El trabajador tiene derecho a disfrutar de vacaciones retribuidas según lo dispuesto por la constitución italiana
Las vacaciones anuales retribuidas son un derecho fundamental del trabajador, garantizado por la constitución italiana. Según la legislación, el empleador tiene la facultad de determinar el periodo de vacaciones del empleado, respetando las disposiciones reglamentarias y teniendo en cuenta los intereses del trabajador.
Este derecho a vacaciones está regulado por diversas normas, en primer lugar, el artículo 36 de la constitución que garantiza el derecho a vacaciones anuales retribuidas. Con carácter general, las vacaciones se acumulan por duodécimas partes de los meses de servicio prestado.
Al respecto, la ley establece tres periodos para el disfrute de las vacaciones anuales devengadas:
- El primer periodo es de al menos dos semanas y debe utilizarse ininterrumpidamente durante el año de madurez.
- El segundo periodo también es de dos semanas y puede utilizarse de forma fraccionada dentro de los 18 meses siguientes al final del año de adquisición de derechos.
- El tercer periodo, si así lo prevé el convenio colectivo, podrá utilizarse fraccionadamente o monetizarse de acuerdo entre las partes.
En caso de que el trabajador se niegue a aprovechar las vacaciones, es aconsejable que el empleador invite al empleado a tomar un periodo de descanso dentro de un plazo establecido, también para evitar incurrir en las sanciones prevista al respecto.