Según las leyes italianas, todos los niños sin excepción ya sean italianos o extranjeros, tienen derecho al estudio y deben cumplir con el obbligo scolastico (escolaridad obligatoria) desde los 6 años hasta los 16 años de edad. Para que los menores extranjeros puedan acceder a la escuela es necesario el codice fiscale (código fiscal) y I’indirizzo di residenza (dirección de residencia).
Hay dos tipos de escuelas en el país, públicas y privadas. Las escuelas públicas son administradas por el Estado, por lo que su organización es similar alrededor de todo el país. Las escuelas privadas son dirigidas por organismos particulares, como organizaciones religiosas o iglesias y también son controladas por el gobierno italiano, pero con la diferencia que cuentan con mayor libertad para decidir sobre su organización, programas de estudio, métodos de enseñanza, etc. Los costos de una escuela privada son mucho más altos a comparación con una escuela pública.
Estudiantes sin permiso de residencia
Los padres extranjeros que se encuentren en situación irregular tienen la misma obligación que un ciudadano regular de matricular y enviar a sus niños a la escuela. En estos casos, la matrícula se realizará con documentación incompleta o sin documentación, con la información facilitada por los padres.
Los padres que no respeten este derecho y no envíen a sus hijos a la escuela, pueden incurrir a tener consecuencias penales tales como ser denunciados u obligados a pagar una multa.
Escuelas donde se pueden matricular
Para matricular al menor el padre o madre puede acercarse a la escuela más cercana a su domicilio y dirigirse a la segretaria scolastical (secretaria escolar), el cual ayudará con los documentos necesarios para la inscripción. La escuela acogerá al menor y evaluará el nivel de conocimientos que fueron adquiridos en el país de origen. Cabe señalar que el niño o adolescente ingresará a la clase correspondiente a su edad o de lo contrario, un año anterior o posterior según el grado de conocimiento que posea. El conocimiento del idioma italiano no afectará las evaluaciones del menor.
Puede suceder que la escuela no pueda aceptarlo por que el límite de capacidad se encuentre lleno, por lo que la misma deberá ayudar al padre en la búsqueda de otra escuela. Como padre puedes consultar si la escuela utiliza mediatori linguistico cultural (Mediadores lingüísticos y culturales), quienes te podrán ayudar a completar los documentos en plena comprensión de tus derechos y deberes.
Muchas escuelas te podrán brindar cursos gratuitos del idioma italiano para el menor, así como también preguntará si el menor desee frecuentar clases de religión católica u otros cursos alternativos. De igual manera preguntarán si el padre desea también realizar inscripción al servizio mensa (comedor escolar), el cual ofrece un menú variado para estudiantes que sufren de alergias o alguna dieta relacionada con la religión o la salud. El costo del servizio mensa va acorde a los ingresos económicos del padre que se deberán declarar con un documento llamado ISEE. En caso de no contar con los documentos en regla y no obtener el ISEE, el costo del comedor escolar será calculado automáticamente con el precio más elevado.
Menores extranjeros no acompañados
El sistema educativo es válido para todos los estudiantes tanto italianos como extranjeros. En el caso de niños extranjeros, este derecho permanece válido independiente de su situación jurídica, ya sea regular o irregular. Esto también aplica para menores no acompañados (minori stranjeri non accompagnati) que se encuentren sin sus padres o tutores legales. Por lo general, estos menos viven con familias de acogida.
La matrícula puede ser realizada en cualquier momento del año inclusive después del período oficial de inscripción regular. La solicitud debe enviarse directamente a la escuela y no por la plataforma en línea.
Después de la inscripción, los educadores manejan la inclusión académica del estudiante mediante un plan educativo personalizado basado en las habilidades y necesidades del estudiante.