La salud pública italiana tiene la obligación de atender a todos los ciudadanos sin distinción
Según un estudio publicado por la revista The Lancet Public Health, coordinado por el Instituto Pediátrico Burlo Garofolo en Trieste, la atención médica italiana se posiciona dentro de las 10 mejores del mundo. Si bien pueden existir similitudes entre este sistema de salud y otros, una de las principales diferencias es la existencia de tickets sanitarios, los cuales surgieron en el año 80-90 con el objetivo de enfrentar la crisis fiscal de esa época.
Actualmente, este ticket se otorga para tres tipos de atención sanitaria: atención de emergencia, códigos blancos y verdes que normalmente tienen como base una tarifa de 25 euros, algunas categorías de medicamentos, consultas especializadas y pruebas diagnósticas. Para acceder al sistema de salud pública, es importante que el ciudadano italiano o extranjero se encuentre registrado en una comuna en Italia como residente. El siguiente paso es reunir la documentación necesaria para solicitar la inscripción en el sistema de salud pública, entre ellos se encuentra:
- Permesso di soggiorno.
- Codice fiscale.
- Certificato di residenza.
En cuanto a la programación de exámenes, se deben realizar en el Centro Unico di Prenotazione, además es válido programarlas en las farmacias que cuentan con el sistema CUP abonando un cargo equivalente a 150 euros y en hospitales. Por otra parte, es importante tener en cuenta que los medicamentos de salud se dividen en dos clases:
- Medicamentos de clase A (esenciales y medicamentos para enfermedades crónicas).
- Medicamentos de clase C (medicamentos no esenciales).
Para aquellos pacientes no exentos, el valor máximo del ticket del medicamento es de 2 euros por paquete y 4 euros por prescripción.