Ilara Salia, la italiana que fue encarcelada en Budapest desde hace 13 meses volvió a aparecer este jueves 28 de marzo, con esposas en las muñecas, grilletes en los tobillos y una cadena tirada por un agente a modo de correa, para ser juzgada en el aula del tribunal, provocando las protestas en el país.
Tal cual como ocurrió en la audiencia del día 29 de enero, la mujer de 39 años, que era profesora de italiano fue acusada de haber agredido a tres miembros de extrema, por lo que en la segunda vista del proceso apareció ante el juez con esposas y cadenas.
Durante su segunda visita al tribunal, se denegó la petición del abogado de la italiana de concederle arresto domicilio en Hungría ya que, el juez considero que no hubo cambio de circunstancias y que siempre existe el peligro de fuga, alegando que las normas relativas a la detención deben ser respetadas en la Unión Europea según la diplomacia italiana.