Una huelga nacional que podría tener repercusiones en el servicio de transporte público se avecina, siendo convocada para el día 11 de abril próximo por la CGIL y la UIL, habiendo 4 horas de ausencia laboral. Los métodos se encuentran explicados en el sitio web del Ministerio de Transporte. Los trabajadores ferroviarios podrán parar de 9 a 13 horas, los trabajadores de LPT durante 4 horas como métodos territoriales. Es por ello, que podrá haber repercusiones en los trenes Trenord, en el metro, autobuses y tranvías ATM, incluso si aún no se tiene definido el plazo.
Demandas de los sindicatos
La primera exigencia por parte de los sindicatos es la siguiente: “Cero muertes en el trabajo”. Explicaron que La salud y la seguridad en el trabajo deben convertirse en una limitación para realizar actividades empresariales, pidiendo a su vez anular las leyes que a lo largo de los años han precarizado y fragmentado el trabajo, superar la subcontratación en cascada y restablecer la igualdad, trato económico y regulatorio a los trabajadores en todos los contratos públicos y privados y reforzar también las actividades de supervisión y prevención mediante el aumento de la contratación en la Inspección de Trabajo y en las Autoridades Sanitarias Locales.
El segundo punto a exigir es la “Reforma fiscal adecuada”, en una nota conjunta de CGIL y UIL se lee que los asalariados y jubilados pagan más del 90% de los ingresos del Irpef, mientras que categorías económicas enteras siguen sin pagar hasta el 70% de los impuestos adeudados. La evasión global sigue ascendiendo a 90 mil millones anuales. La delegación que aplica el Gobierno en lugar de luchar contra la evasión fiscal y cotizaciones introduce amnistías nuevas y convenios, no grava los beneficios extraordinarios, favoreciendo las rentas financieras e inmobiliarias, el autoempleo de los ricos, así como también las grandes riquezas.
El sindicato prosigue diciendo que “Hay que oponerse a este enfoque del Gobierno y revertirlo”, es necesario para reducir los impuestos sobre los asalariados y pensionistas, gravar los ingresos y luchar contra la evasión fiscal; promover también una tributación progresiva aboliendo el impuesto único, ampliando la base imponible de Irpef a todos los ingresos, indexando el trabajo y deducciones de pensionistas a la inflación real, eximiendo de impuestos los aumentos contractuales.
La última demanda es de “Un nuevo modelo social y empresarial”. Puesto que se quiere volver poner el valor del trabajo en el centro de políticas económicas y sociales del gobierno y de las empresas, esto a partir de la renovación de los contratos nacionales y de una ley sobre la representación, la centralidad de la salud y de la persona, así como también la calidad de vida estable sobre la situación de precariedad e inestabilidad del empleo, una reforma seria de las pensiones, el relanzamiento de inversiones públicas y privadas para reconvertir e innovar nuestro el sistema productivo y aspirar al pleno y buen empleo, comenzando desde el Sur.