En el seguro por cuenta ajena existe una separación entre la persona que lo contrata y quien se beneficia de las pólizas
El contrato de seguro sirve para que el trabajador se proteja ante cualquier daño que pudiera ocurrir. Se trata de una póliza que se caracteriza por la persona que se beneficia de la cobertura, con el fin de protegerse ante cualquier evento perjudicial.
Una forma particular de seguro contra daños es la llamada ‘responsabilidad civil’, donde la compañía aseguradora está obligada a indemnizar al asegurado por lo que deba pagar a terceros como consecuencia de una conducta culpable.
Otro tipo de seguro es el de vida, donde obligan al asegurador el pago de una indemnización equivalente al daño realmente sufrido por el asegurado. Éste tiene un carácter de seguridad social, ya que su objetivo es garantizar la disponibilidad de una suma de dinero a sus familiares o herederos después de su muerte o para sí mismo al alcanzar una determinada edad.
Por otra parte, cuando nos referimos al seguro por cuenta ajena es importante señalar que existe una separación entre la persona que contrata y paga las primas y la que, por el contrario, se beneficia de la póliza:
- Quien tiene el seguro esta obligado a respetar las obligaciones derivadas del contrato, excepto aquellas que por su naturaleza solo pueden ser cumplidas por el asegurado.
- El asegurado se beneficia de la cobertura de la póliza, de modo que será el indemnizado o relevado de la obligación de pagar el daño que ha causado.
Cabe señalar que la validez y eficacia del seguro por cuenta ajena es independiente del consentimiento del asegurado, quien por tanto permanece ajeno a la formación de contrato, aunque derivando de él el derecho a pago de indemnización.